lunes, 19 de agosto de 2013

11. Crooked young.

  No eran ni las diez de la mañana y el sol alumbraba la calle solitaria por la que arrastraba mis pies. No recordaba de dónde venía. Tampoco sabía dónde me hallaba. Una botella de alcohol colgaba de mi mano y unas gafas que no me pertenecían protegían mis ojos de los rayos del sol.
  Paré de golpe. Mis medias se habían enganchado en una verja metálica bastante vieja. Algo me decía que debía de entrar allí y la curiosidad me empujó hasta la puerta. Al abrir la ruidosa puerta y entrar en aquel desconocido y siniestro lugar, en mi mente se escuchaba un "bienvenida al infierno" acompañado de una ligera brisa. ¿Infierno? Lo único que había allí eran tumbas. En efecto, me adentré en un cementerio.
  Observé el lugar detenidamente mientras tarareaba una canción que ni siquiera yo conocía. Aquella brisa que movía mis cabellos con delicadeza me guió hasta un par de tumbas. Dejé la pegajosa botella en el suelo que estaba repleto de hierba seca. Me senté en una de las tumbas y me quedé observando un funeral que estaba teniendo lugar lejos de donde yo me encontraba. Se percibía mucha falsedad y avaricia. Lo más probable es que la mayoría de las personas allí presentes ansiaban la herencia del difunto/a. No sentían lástima por la pérdida. Su lágrimas, sin duda, eran de cocodrilo. Era repugnante.
  De nuevo esa brisa acarició mi rostro. Me levanté y empecé a buscar el nombre de la persona que estaba allí dentro. La curiosidad me había guiado otra vez. Nada más leerlo me quedé sin respiración. Su nombre y sus apellidos estaban escritos en esa tumba. No entendía nada. Sin pensármelo dos veces miré la otra tumba que había al lado. En ella ponía mi nombre y mis apellidos. ¿Qué estaba ocurriendo? El pánico se estaba apoderando de mí. Retrocedí unos pasos deseando recuperar el aliento para poder gritar y tropecé con la botella que había dejado en el suelo. No pude reaccionar y mi cabeza se golpeó contra una tumba. Quería levantarme e irme de allí, pero no tenía fuerza ni para mantener los ojos abiertos. Cuando los volví a abrir estaba tumbada en la alfombra de mi habitación.
  No había sido un sueño, había estado despierta todo ese tiempo. Aquello había sido fruto de mi terrorífica imaginación.

5 comentarios:

  1. Te daré mi opinión: (No tiene nada que ver con la entrada) Creo que deberías cambiar un poco el estilo de tu blog, quiero decir, todo tan oscuro, deprime cuanto menos y eso que adoro el negro pero sinceramente veo las entradas y no me incitan a comentar, siento como que no valiese la pena, que mi opinión será rechada sin más y nadie le prestará atención. Quizá es porque TODO el rato dices que te la suda la opinión de los demás y está bien, yo pienso lo mismo pero también hay que mirar las cosas desde diferentes puntos, y como dices tanto que no te importan, que no te importan, pues, repito que siento como si fuera estúpido dar mi opinión...No sé si me entiendes. Quizás un toque de color, o que al menos tú hagas el intento de iniciar una interacción con las personas que te leen. Obviamente esta es mi opinión y si no te parece correcta me importa una mierda (no pretendo ser borde, es mi forma de ser). Un saludo :D

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    1. Las personas que me leen no tienen la obligación de comentar. Si quieren comentar, me parecerá bien y les daré las gracias por ello. Y si no comentan, no se lo voy a reprochar.
      Te aseguro que ninguna de las opiniones ha sido ni será pasada por alto. Me gusta responder a las personas que se molestan en ponerme un comentario. Me agrada hablar con ellas.
      Gracias por tu comentario :3

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  2. ¿Darle color?¿Que la gente te comente?
    Si, se la sudara todo y escribira cosas que nadie se parara a leer, pero es así como tiene que ser. Si no quieres oír cosas detestables no lo hagas, hay personas que apreciamos las historias. Con esto no quiero arremeter al comentario... pero me ha molestado eso del color y tal, la vida no es rosa, es gris amargo.

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    1. Estas historias no son nada alegres y para hacer que un lector de verdad se meta en una historia hay que ponerle un ambiente adecuado. Aun así, no uso mucho color porque me gustan los colores apagados. Aquí entran y leen las personas que quieren, así que si no les gusta pueden marcharse sin ningún problema.
      Muchísimas gracias por tu comentario, Lucy, has demostrado que realmente comprendes lo que quiero transmitir.

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    2. Lo entiendo porque vengo del mismo lugar... me gusta lo que haces... muy poca gente puede escribir así sin que se les valla de las manos.

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