lunes, 16 de junio de 2014

Valley of the dolls - Amaranth.

  Amaranth era una muñeca a la que le apasionaban las plantas, ya que eran las que le salvaban de su soledad. Por eso, un día, cuando vio un bosque con unas flores y unos árboles tan peculiares, no pudo evitar la tentación de adentrarse allí. Mientras caminaba, el viento acariciaba su pelo liso y rosa, y también le hacía llegar el magnífico olor de aquellas plantas tan singulares. 
  Los árboles, que estaban repletos de hojas moradas, formaban un camino que guió a esta muñeca hasta un gran árbol que tenía algo extraño pegado a su tronco. Cuando se acercó más pudo ver que aquello, era un niño. Su cabeza estaba casi fuera del tronco, pero el resto de su cuerpo, no. Éste sintió la presencia de ella, abrió los ojos y sonrió de oreja a oreja y se presentó. Su nombre era Angelo. Amaranth, dejó su asombro a un lado y se presentó también. Su curiosidad pudo con ella y le preguntó a él, mientras señalaba el tronco del árbol, cómo había llegado a parar a allí. Éste explicó que le castigaron con aquella maldición por un error. Al instante, miró fijamente a la muñeca y le dijo que lamentablemente sólo había una solución. Ella, intrigada, se acercó aún más y mientras habría mucho los ojos le preguntó cuál era esa solución. La miró fijamente y respondió que con un beso de una muñeca todo se solucionaría. Y le suplicó que le ayudara. Ella sintió mucha lástima por él y acabo aceptando. 
  Amaranth fue muy ingenua, pues en cuanto se acercó para besarle, él le arrancó su corazón con las ramas del árbol y lo devoró, pues esa era en realidad la solución a la maldición que le pusieron a Angelo por su gran ambición.
  Así es cómo Amaranth acabó en el Valle de las Muñecas.

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